Soy una artista autodidacta, nacida en Ginebra, Suiza y de origen español.
Hace ya más de 25 años que pinto aunque no siempre de manera regular. El color, la pintura, el gesto me encantan. Hace más de 15 años decidí tomar clases para explorar y aprender el uso de diferentes técnicas. Durante cerca de 14 años seguí, sábado sí, sábado no, ese curso. Era un espacio de creación, de aprendizaje, de intercambio y de relajación. El arte y la creación eran un soplo de aire fresco en una vida muy agitada.
Creo que nunca he tenido verdaderamente ganas de reproducir la realidad o una imagen. Puedo hacerlo y ahora me gusta más pero sigue siendo para mi menos satisfactorio que la creación libre, el juego de los colores y la libertad del gesto.
He aprendido y sigo aprendiendo a no juzgar mi obra, a permitir los errores, a transformarles en algo bonito, más vivo, a perseverar cuando se instala la frustración, a tomar un descanso y distancia para obtener una mejor perspectiva. A dejar actuar el gesto, sin voluntad, sin objetivo preciso, sin juzgar. Esto hace de mi práctica artística también una práctica espiritual.
Me gusta experimentar diferentes técnicas y me gusta particularmente la textura, el relieve, las inclusiones de materiales diversos. Creo de manera intuitiva y, generalmente, no tengo plan, idea o intención cuando empiezo una obra nueva. Dejo que surja sola. De cierto modo se crea ella sola, me indica donde tengo que añadir el color, que este ángulo, aquí, no está equilibrado, que esa parte de allí no está integrada. Es una especie de diálogo. Y a veces me dice: "ya está, ya se acabó" aunque yo no esté muy segura.
Desde que me instalé en España en 2017 empecé a pintar sobre lienzo (hasta entonces trabajaba sobre todo con papel) en primer lugar para decorar los muros de nuestra casa y luego por placer y ahora soy feliz de compartir mi trabajo con vosotros. Espero que tengáis tanto gusto en ver mis pinturas que yo en pintarlas. Deseo que encuentren un nuevo hogar al cual aportar luz y alegría y que ese sea el vuestro.